En Jeanstrack siempre decimos que somos unos grandes amantes de la montaña. El hecho de vivir rodeados de ellas es un claro síntoma de esta pasión y amor. Pero a veces, esto no es suficiente, y buscamos retos fuera de nuestra zona de confort. Es por eso que uno de nuestros compañeros ha aprovechado parte de sus vacaciones para irse a hacer una travesía en solitario por el Valle de Hecho, el valle más occidental del Pirineo aragonés. Aquí va un pequeño resumen de cómo fueron estos tres días en autosuficiencia por esta travesía:

Pau Bordas , responsable de eventos en Jeanstrack:

El viernes 12 de agosto salí desde Morella acompañado por Paula, una amiga que lleva años conmigo compartiendo aventuras en la montaña. Pero esta vez no podrá acompañarme,ya que una leve lesión en el coxis la tiene un par de meses de parón de actividad. Llegamos a Hecho sobre las 21h de la noche, así que montamos el coche para pasar la noche y al día siguiente empezar la actividad.

ETAPA 1

Empezamos a las 8:45 desde el refugio de Gabardito. El plan es que Paula me acompañe hasta el collado de Foratón, a los pies de Bisaurín, pico más alto de la zona con 2.670 m de altura. A partir de allí, continuaré solo. La subida empieza por un bosque, pero enseguida se convierte en un prado pelado con ganado. Aunque ganamos metros de altura con facilidad, la mochila se nota que es un lastre importante. He tenido que coger lo mínimo, ya que solo con lo necesario para pasar la noche, unos Turia Pumpking largos, una camiseta técnica y la comida, la mochila sobrepasa los 20 kg de peso.

Llegamos al collado de foratón a las 11:00, y aprovechamos para descansar un rato y comer para reponer fuerzas. Tras unos 20 minutos de descanso nos despedimos y retomo la bajada en dirección al refugio de Lizara. Estoy solo. La bajada es sencilla, y pasa rápidamente sin ningún problema, así que a las 12:00 me encuentro en el desvío del camino, así que vuelvo a retomar la subida. Pasando por el refugio de Ordelca.

Refugio de Ordelca (gorra JT, Pantalón montes Jeans Bleach)

La subida no es especialmente dura, pero ya llevo más de 800 m de desnivel, con la mochila a cuestas, y cada paso cuesta un poco más, pero por suerte el escenario acompaña y cada vez que levanto la vista se me cargan las pilas de nuevo. Después de parar a comer y parar a recoger agua de un riachuelo, a las 15h llego al ibón Biello a 2.100 m de altura.

Ibón Biello (2100m)

Estoy un rato viendo el paisaje y una preocupación empieza a crecer en mí, las nubes cada vez són más abundantes y oscuras. Así que decido bajar un centenar de metros en un pequeño llano situado encima del valle de los sarrios que parece ofrecer cobijo escasamente suficiente en caso de tormenta, pero es lo mejor que hay…  Efectivamente, monto la tienda, y en 10 minutos empieza una tormenta que aunque corta, es intensa. Pero una vez pasa, puedo ponerme los Turia (el calor sofocante ha desaparecido) y para hacer mis anotaciones en mi blog de notas. El cielo no ha despejado en toda la tarde, pero cuando empieza a anochecer, parece que da una tregua y acaba siendo una buena noche.

1º campamento (Valle de los Sarrios 1.950m)

ETAPA 2

Me despierto a las 8 de la mañana, desmontando campamento, desayunando y potabilizando agua enseguida se hacen las 10 cuando doy el primer paso. Desde el inicio de la ruta, el escenario es espectacular, y no va a ir a menos, ya que en una hora estoy en el ibón de Estanés, un Ibon inmenso. Que hay que rodear para bajar por un bosque que me deja cerca del valle de Canfranc.

Ibón de Estañés

Una vez en la parte baja, como pasa en todas las zonas de montaña, solo queda una dirección, volver a subir. Esta vez la subida es en dirección al refugio de Arlet, en el Pirineo francés. Aunque la subida apenas son unos 900 m de altura, la mochila vuelve a jugar un papel importante, y el calor también se convierte en uno de los protagonistas, menos mal que he hecho la combinación de turia largo para las noches, y montes Jeans para el calor.

Después de comer y seguir subiendo por algún llano, pero ya de forma más anecdótica, llego al refugio de Arlet a las 16:30. Ha sido pasar a la parte francesa, y todo lo que era sol y calor, se ha convertido en frio y niebla en cuestión de minutos. De modo que decido coger agua y seguir un par de cientos de metros más abajo para montar el campamento de la segunda noche. Así que llego a la cabaña de Lampasa, donde estoy un rato hablando con los pastores que viven allí y me dan permiso para montar la tienda en la pradera.

2º campamento, pirineo frances, Lampasa (1850m)

ETAPA 3

El tercer día promete ser el más sencillo de todos, el kilometraje es similar a las anteriores etapas, pero el desnivel es prácticamente todo negativo. 

Vistas desde la tienda el último día a las 7:00

Me levanto a las 7:00 encima de un mar de nubes, y media hora después ya estoy en marcha. La ruta de hoy consiste en ir llano por la parte de arriba de varios valles franceses, pasando por 3 collados. Y así va pasando la mañana, con unas vistas privilegiadas al pirineo francés y al característico pico Midi d’Ossau.

“Le chemin de la Liberté” con el Midi d’Ossau en el fondo

Para llegar al punto álgido de la etapa, y empezar a descender hasta el final de la travesía hay que seguir el camino de la libertad (“le chemin de la Liberté”), un viejo sendero que transcurre justo entre la frontera entre España y Francia, y que era utilizado por contrabandistas y refugiados del franquismo para cruzar la frontera sin ser vistos. Ahora en verano es un sendero sencillo, pero no puedo ponerme en la piel de aquellas personas que tenían que recorrerlo por necesidad en invierno a varios grados bajo 0, con más de un metro de nieve, y con un equipamiento que siendo muy positivo, podría ser tachado de mediocre.

La senda acaba en el “pic du Burcq”, a 2.100 m muy sencillo, pero que brinda unas buenas vistas antes de bajar por unas praderas hasta llegar a Aguas Tuertas, donde me espera Paula en el coche. 

La bajada no presenta ninguna dificultad, y a les 14h del mediodía estoy llegando al coche, donde aprovechó un río que hay por la zona para pegarme una ducha improvisada (falta hacía). Una vez terminada la ducha, decidimos ir a un restaurante a comer. Ha finalizado la aventura

Conclusión:

Aunque la dificultad técnica de este tipo de actividades es muy baja, y físicamente no sean exigentes, hay que planificar todos los imprevistos que puedan llegar a surgir. Y un punto indispensable para poder seguir realizando este tipo de actividades es que una vez has pasado por ahí, no dejar ningún rastro, para que el siguiente que pase, pueda disfrutar del mismo entorno salvaje que tu has tenido la suerte de transitar. Este pensamiento, es una reflexión que Jeanstrack comparte al 100% conmigo, intentando reducir al máximo la huella que generamos a la hora de hacer aquello que nos apasiona, para que las próximas generaciones que pasen por aquí, puedan disfrutar del mismo entorno que tenemos la suerte de tener.